Morihei Ueshiba
O-Sensei
Fundador Aikido

Palabras del Fundador: “Aprendiendo del Fracaso”

Por Morihei Ueshiba, O-Sensei

Nota del Editor: Este escrito de O-Sensei fue publicado originalmente en The Aikido, Volumen 25, No. 4, 1988 y reimpreso en la revista de USAF Región Occidental en 1989.
Los componentes principales del entrenamiento Aiki Keiko son ejercicios de forma Ki y el Principio de Tanren (Tanren- ho).
El tipo más extremo de entrenamiento forma Ki es un duelo verdadero de vida o muerte. El Budo originalmente estaba desprovisto de estas competencias que son comunes a la mayoría de los deportes. Esto es porque en Budo, una competencia invariablemente involucra el riesgo de lesiones serias o la muerte. Más aún, es un error grande buscar competencias ya que ocasionarle una lesión letal a cualquiera es el crimen más grande que pueda cometer el hombre.
 
Desde los tiempos antiguos en Japón, el principio de guía del Budo ha sido el de evitar lesiones o de tomar la vida del oponente. El verdadero Budo es el Camino de Gran Armonía y la purificación del cuerpo y del alma (Misogi). El Budo, en otras palabras, está gobernado por el principio que, con fin de que el hombre practique el orden del cielo en la tierra, primero es necesario que él corrija su ser y se doble ante las Diez Mil Cosas. Es por esta razón que estoy particularmente entristecido por las enseñanzas de quienes saben muy poco del verdadero Budo al cual me refiero, y ellos han caído dentro las formas militaristas de artes marciales que luego desarrollaron en la historia de nuestro país.

Muchas personas parecen estar bajo la impresión que yo nunca he perdido, o que nunca me he encontrado con fracasos. Esto no es verdad: yo sí, de hecho, he tenido muchos fracasos en mi pasado, la mayoría causados por la debilidad de mi corazón.

En una ocasión yo viajé a la prefectura de Kanagawa para dar una demostración de Aiki junto con instrucción en el departamento de policía local. Fui recibido allí por mi compañero, quien resultó ser un alto instructor de Judo. En un momento durante la sesión mientras yo estaba tratando de explicar cierto punto, mi compañero resistió y yo le dañé su muñeca.

Como resultado de esta experiencia, sin embargo, me fue concedida una importante lección espiritual de no actuar en contra del Camino, y de mantener el amor por su compañero en todo momento. Fue después de esto que tuve la determinación de adoptar completamente una posición de verdadero amor benevolente.

Otro fracaso en mi pasado vino durante una visita a un pequeño pueblo de pescadores, mientras yo viajaba por el campo. Allí me encontré con un luchador amateur de sumo que medía un metro ochenta y dos y pesaba más de 91 kilos. Él rápidamente me retó a un duelo y acepté. No fue derrotado sin embargo no pude agarrarlo debido al sudor que hacía que su cuerpo fuese extremadamente resbaloso. Con el tiempo, ambos empezamos a sentirnos cansados, y en ese momento descubrí la forma misteriosa de controlar a alguien con la punta del dedo, manipulando su Ki. De esta manera, nació el Principio Aiki de entrenamiento Tanren.

Viendo el pasado de esta manera, usted se dará cuenta que yo he experimentado muchos fracasos. Y sin embargo con cada fracaso vino una nueva lección o técnica, y el resultado cumulativo fue la realización completa del Camino del Aiki. Además de estas historias, hay numerosas historias más sobre situaciones de vida o muerte en las cuales yo fui atacado por personas con espadas de madera bokken, o en algunos casos hasta con espadas de filo vivo.

Fue a través de estas experiencias varias que pude entrar en el Camino del entrenamiento Shugyo que continuo practicando hoy en día.