Morihei Ueshiba
O-Sensei
Fundador del Aikido


Palabras del Fundador

Nota del Editor: Estas frases incomparables de O-Sensei aparecen en el apéndice del libro titulado Aikido por el Segundo Doshu Kisshomaru Ueshiba. Queremos agradecer al Tercer Doshu Moriteru Ueshiba por habernos dado permiso de reimprimirlas. A menudo hemos resaltado que hay bastante inexactitud en la literatura de Aikido sobre este tema. Entonces si usted alguna vez ha tenido dudas sobre lo que realmente dijo O-Sensei, éste es un buen lugar para comenzar. Las fotografías son cortesía de la Fundación Aikikai.
Como ai (armonía) es común con ai (amor), yo decidí nombrar mi budo único "Aikido", aunque la palabra “aiki” sea una palabra antigua. La palabra como lo usaban los guerreros en el pasado es fundamentalmente diferente a la mía.

Aiki no es una técnica para luchar o derrotar el enemigo. Es la forma de reconciliar el mundo y hacer que los seres humanos sea una sola familia.

El secreto del Aikido es armonizarnos con el movimiento del universo y llevar nuestros seres en acuerdo con el mismo universo. Aquel que ha conseguido el secreto del Aikido tiene el universo en sí mismo y podrá decir, “Yo soy el universo.”

Nunca estoy derrotado, por más velozmente que ataque el enemigo. No es porque mi técnica sea más veloz que la de mi enemigo. No es una cuestión de velocidad. La lucha se termina antes de iniciarse.

Cuando un enemigo intenta luchar contra mí, el universo mismo, él deberá romper la armonía del universo. Por ende en el momento en que su mente desea luchar conmigo, ya él está derrotado. No existe ninguna medida de tiempo—rápido o lento.

Aikido es la no-resistencia. Como no resiste, siempre es victorioso.

Aquellos que tienen una menta retorcida, una mente de discordia, han sido derrotados desde el principio.

Entonces, ¿cómo puede enderezar su mente retorcida, purificar su corazón, armonizarse con las actividades de todas las cosas en la Naturaleza? Primero haga que el corazón de Dios sea suyo. Es un Gran Amor, Omnipresente en todas partes—y en todos los tiempos del universo. “No hay discordia en el amor. No hay ningún enemigo del amor.” Una mente en discordia, pensando en la existencia de un enemigo, ya no es consistente con la voluntad de Dios.

Aquellos que no están de acuerdo con esto no pueden estar en armonía con el universo. Su budo es aquel de la destrucción. No es un budo constructivo.

Por lo tanto competir en técnicas, ganar y perder, no es el verdadero budo. El verdadero budo no conoce la derrota. “Nunca derrotado” significa “nunca luchar”.

Ganar significa ganar sobre la mente de discordia en uno mismo. Esto es para realizar la misión que le fue entregada.

Esto no es una mera teoría. Usted lo practica. Entonces aceptará el gran poder de ser uno con la naturaleza.

Se necesita en Aikido una mente para servir por la paz de todos los seres humanos en el mundo, y no una mente de aquel que desea ser fuerte o de quien practica solo para someter un oponente.

No mire a los ojos del oponente, pues la mente será atraída hacia sus ojos. No mire a su espada, pues será matado con su espada. No lo mire, pues su espíritu estará distraído. El verdadero budo es la cultivación de la atracción con la cual atrae al oponente completo hacia usted. Todo lo que debe hacer es continuar estando en medio de su camino.

Hasta estar parado con mi espalda hacia el oponente es suficiente. Cuando él ataca, al golpear, él se lesionará por sí solo con su propia intención de golpear. Yo soy uno con el universo, y no soy nada más. Cuando me paro, él estará atraído hacia mí. No hay tiempo y espacio antes del Ueshiba de Aikido – solamente el universo tal como es.

No hay enemigo para el Ueshiba de Aikido. Está equivocado si cree que budo significa tener oponentes y enemigos y ser fuerte y someterlos. No hay ni oponentes ni enemigos para el verdadero budo. El verdadero budo es ser uno con el universo; en otras palabras, ser unido con el Centro del universo.

Se necesita en Aikido una mente para servir por la paz de todos los seres humanos en el mundo, y no una mente de aquel que desea ser fuerte o quien practica solo para someter un oponente.

Cuando cualquier persona pregunta si mis principios de Aiki budo se toman de la religión, yo digo, "No." Mis verdaderos principios de budo iluminan a las religiones y las guían a la conclusión.

Sin embargo soy calmado cada vez que soy atacado. No tengo ningún apego con la vida ni con la muerte. Dejo todo como está a Dios. Estén desapegados de la vida y de la muerte, y tengan una mente que deja todo a Él, no solamente cuando les estén atacando sino también en sus vidas diarias.

El verdadero budo es una labor de amor. Es una labor de dar vida a todos los seres, y no es matar ni luchar uno contra el otro. El amor es la deidad guardiana de todo. Nada puede existir sin él. El Aikido es la realización del amor.

Yo no me hago compañero del hombre. ¿A quién entonces le hago compañía? A Dios. Este mundo no anda bien porque las personas se hacen compañeras de otras, diciendo y haciendo cosas tontas. Los seres buenos y malvados son todos unidos en una familia en el mundo. Aikido deja por fuera cualquier apego; el Aikido no le da nombre a asuntos relativos como bien o mal. El Aikido mantiene a todos los seres en un crecimiento y desarrollo constante, y sirve para la realización completa del universo.

En Aikido nosotros controlamos la mente del oponente antes de enfrentarlo. O sea, es atraído hacia nosotros. Vamos hacia delante en la vida con esta atracción de nuestro espíritu, en un intento de tener dominio de una vista completa del mundo.

Incansablemente rezamos para que las luchas no sucedan. Por esta razón prohibimos estrictamente los torneos en el Aikido. El espíritu de Aikido es aquel de un ataque amoroso y aquel de una reconciliación pacífica. En esta meta juntamos y unimos a los oponentes con la fuerza de voluntad del amor. Por amor podemos purificar a otros.

Comprenda el Aikido primero como budo y luego como una forma de servicio para construir una Familia Mundial. El Aikido no es para un solo país o alguien en particular. Su único propósito es el de realizar la labor de Dios.

El verdadero budo es la protección amorosa de todos los seres con el espíritu de la reconciliación. La reconciliación significa permitir el cumplimiento completo de la misión de cada persona.

El “Camino” significa ser uno con la Voluntad de Dios y practicarlo. Si estamos ligeramente apartados de él, ya deja de ser el Camino.

Podemos decir que el Aikido es una manera de barrer con los demonios, con la sinceridad de nuestra RESPIRACIÓN en vez de la espada. Es decir, cambiar al mundo de la mentalidad diabólica para convertirse en un Mundo del Espíritu. Ésta es la misión del Aikido. La mentalidad diabólica caerá en derrota y el Espíritu surgirá en victoria. Entonces el Aikido dará frutos en este mundo.

Sin budo una nación cae en ruina porque el budo es la vida de protección amorosa y la fuente de las actividades de la ciencia.

Aquellos en la búsqueda para estudiar Aikido deben abrir sus mentes, escuchar la sinceridad de Dios a través del Aiki, y practicarlo. Usted debe entender la gran ablución o purificación de Aiki, practicarla y mejorarse sin obstáculos. Por voluntad propia comience a cultivar su espíritu.

Quiero que las personas consideradas escuchen la voz del Aikido. No es para corregir a otros; es para corregir su propia mente. Este es Aikido. Ésta es la misión de Aikido, y esta debe ser su misión.