Nobuyoshi Tamura
8o Dan, Shihan
Jefe de la Federation Francais d'Aikido et de Budo

Aikido - Etiqueta y Transmisión

Por Nobuyoshi Tamura, 8o Dan

Traducción al inglés por J.R David, primer Dan, Aikido de la Montagne.
Traducción al español por Simone Plaza Finis, Editorial Paidotribo, Barcelona, España.

Nota del editor: estamos muy contentos de presentar la tercera parte del libro de Tamura sensei, Aikido – etiqueta y transmisión. Este libro que ha estado disponible solo en francés, es aquí presentado en español. Estamos agradecidos con el sensei Tamura por permitirnos producir esta versión. Muchas gracias también para Stephane Benedetti, 5to Dan, instructor en jefe del dojo Mutokukai Europa Mirabeau y estudiante de Tamura sensei, quien tradujo (del japonés), editado y publicado en versión original, que fue publicado por Les Editions du Soleil Levant en 1991. Fotos cortesía de: Rene Bonnardel.

A continuación presentamos la versión en español con la traducción de Simone Plaza Finis, Editorial Paidotribo, Barcelona, España.
Capítulo 5: LUGARES Y MÉTODOS DE PRÁCTICA

Los lugares para la práctica

El budo se practica por lo general en un dojo, no obstante, su práctica se extiende cada vez más en lugares distintos, como en una vivienda, en el campo, en el bosque, al borde del mar o en la nieve. La práctica del Aikido es una ascesis de cada instante, lo que viene a decir que las actividades cotidianas se perciben como el estudio y la aplicación de los principios del aikido. Es inútil buscar la complicación, basta con relajar los hombros, mantener el ki en el seika tanden y tener una actitud justa.

Las técnicas de Aikido no se oponen a la fuerza del adversario, y lo mismo ocurre desde el punto de vista mental. Empiece por lo que sea capaz de hacer…

Se puede practicar estando en la mesa, caminando, en el trabajo, en el lavabo… Incluso durmiendo. Si la posición y la respiración son correctas es imposible no dormir bien.

Cuando no se sabe cómo actuar, hay que invocar en sí mismo al maestro al que se respeta o al dios de uno, e identificarse con él.

Si, por ejemplo, O Sensei es el maestro al que se respeta debemos preguntarnos:

“Si yo fuera O Sensei, ¿qué haría en esta ocasión?”

La respuesta vendrá sin duda alguna. No queda más que actuar en el mismo sentido pensando que actúa O Sensei.

Los Métodos

Después de haber tratado brevemente los lugares de práctica, me gustaría extenderme un poco más acerca de los métodos. Es posible entrenar solo, a dos o con varios.

Cuando se haga trabajar a los alumnos, es deseable utilizar diferentes métodos para evaluar sus progresos.

Hitori-geiko

Cuando se está solo basta con disponer de un poco de tiempo y espacio. En el capítulo precedente se ha expuesto una manera de practicar solo. También es posible practicar ejercicios de respiración ligados a los movimientos del Aikido, suburis, tanren-uchi. En el bosque so podrán utilizar los árboles como compañeros. Realice sus propias experiencias… Imagine y enseñe…

Ippan-geiko

Es la práctica ordinaria en el dojo. El enseñante propone un modelo y los practicantes lo repiten. Intentaremos analizar con más detalle esta forma de entrenamiento.

Futsu-geiko

Practicantes de todos los niveles repiten de forma alternativa la técnica propuesta por el enseñante.

Uchikomi-geiko

Es una manera de practicar con un compañero más avanzado o con un enseñante. Tomemos como ejemplo ryote-dori tenchi nage o la manera de colocarse para realizar un koshi nage. El alumno iniciará esta técnica interrumpiéndola cuando llegue el momento de la caída y la repetirá a derecha e izquierda sin interrupción hasta quedarse sin aliento. El papel del enseñante, en tal caso, es permitirle al alumno adquirir flexibilidad y desarrollar precisión y rapidez de movimientos.

Este método tiene las siguientes ventajas:
Ayuda a progresar técnicamente
Mejora la respiración
Mejora la calidad de los movimientos del cuerpo
Mejora el equilibrio
Estabiliza el ki en el seika tanden
Desarrolla el kokyu ryoku

Hikitate-geiko

Otra forma de entrenamiento por el cual los grados elevados hacen progresar a los grados menores. Cuando el practicante de menos grado ejerce una fuerza inútil y desordenada, el practicante más avanzado, sin bloquear, anulará los efectos de esta fuerza y no se forzará a caer. Este método pretende corregir los errores y los puntos débiles con benevolencia.

Cuando la ejecución del movimiento sea satisfactoria, simplemente hay que caer, de manera que se produzca una buena extensión y una relajación en el trabajo, y experimentar el placer que esto produce.

Si cae usted bien, creará la condición para una mejor comprensión y favorecerá así el desarrollo técnico de su compañero. En ningún caso se debe practicar con una persona de menor grado aplastarlo con vuestra fuerza o con vuestros conocimientos a riesgo de matar en él los brotes del progreso. Los alumnos y kohai son nuestro propio espejo. Todos nuestros defectos y nuestros puntos débiles se vuelven a encontrar en sus movimientos. Por este motivo hay que prestar la mayor atención en la corrección de uno mismo.
Los alumnos de menor grado deben aceptar simplemente los consejos de los de mayor grado con el fin de corregir su práctica y mejorar. La responsabilidad del sempai o enseñante es dirigir a los principiantes a una actitud abierta de espíritu y no a una actitud crítica a priori.

Gokaku-geiko

Esta forma se practica entre gente con una capacidad técnica y física equivalente. Debemos procurar evitar la complacencia mutua, la frivolidad o el bloqueo sistemático. Se estudiarán con preferencia técnicas poco enseñadas, difíciles y, por supuesto, todas aquellas que planteen problemas de ejecución.

Kakari-geiko

Practicantes del mismo nivel atacan sucesivamente y sin interrupción a un solo practicante que repite la técnica de estudio. Puesto que los ukes son numerosos se cansa menos, lo que se añade a las ventajas del uchi-komi-geiko:

El desarrollo de kiryoku (fuerza de voluntad)
Un buen ejercicio de percepción visual
El desarrollo de las sensaciones

Jyu-geiko

Tal y como indica su nombre, jyu-geiko (jyu = libertad) significa practicar libremente: elegir el tema de estudio, trabajar y estudiar. Jyu-waza significa “técnica libre”; en tal caso, se busca la forma técnica que mejor responda a un ataque o incluso lo haga imposible. Este modo de entrenamiento privilegia la libertad de desplazamiento. Es corriente la confusión entre jyu-geiko y jyu-waza, pero es deseable distinguirlas bien.

Mitori-geiko

Puede ocurrir que esté físicamente impedido para practicar, lo que no significa que sea imposible trabajar. Estos momentos se pueden aprovechar para estudiar el aspecto físico y mental de las técnicas observando la clase. Hay que aprovechar la distancia que se gana gracias a la posición de observador para captar lo que es difícil de comprender cuando se está físicamente implicado.

Yagai-geiko

El entrenamiento en el dojo se realiza imaginando una situación real, pero el dojo tiene sus límites. Por este motivo, es útil salir de ese marco para practicar en el exterior y habituar el dojo se realiza imaginando una situación real, pero el dojo tiene sus límites. Por este motivo, es útil salir de ese marco para practicar en el exterior y habituar el ojo, los pies, las manos y el cuerpo a un espacio diferente. Sin duda huelga precisar que la naturaleza, a diferencia de los tatamis, presenta irregularidades. Existen baches y montículos, algunos suelos resbalan más que otros, como el lodo o el hielo; otros, como la arena mojada o el barro, se pegan a los pies. La hierba espesa puede esconder obstáculos. Hay que evitar los suelos duros como la roca, el hormigón o la grava, en los que es fácil lesionarse.

Así pues, habrá que dedicarse a adaptar la manera de caminar dando pequeños pasos y deslizando los pies con ligereza. El sentido de la pendiente, la orientación del sol, la dirección del viento, la sombra y la luz, la oscuridad, la vegetación del entorno, los árboles, las ramas y las espesuras son otros tantos elementos a tener en cuenta para determinar la elección de una posición ventajosa con respecto al adversario. Para tomar sólo el ejemplo de los ukemis, hay que reflexionar y experimentar para adaptarlos al trabajo en el exterior.

La elección de las armas se deberá adaptar al entorno, conviene ejercitarse en apreciar los criterios que guían esa elección.

Por esta razón es deseable, si se dispone del tiempo o el espacio suficiente, entrenar en la naturaleza donde, a diferencia del dojo, en medio de un espacio libre, se respira un aire puro y fresco a la luz del sol. Un ejercicio de este tipo es agradable y saludable para el cuerpo. Uno se impregna entonces del ki del cielo y de la tierra, lo que permite una práctica amplia y distendida.

¡Si entrenamos en un bosque de montaña entre hermosos y grandes árboles nos llenaremos de un ki vigoroso! La naturaleza proporciona múltiples ocasiones para trabajar en solitario: suburi de ken o de jo, tanren uchi…

También se puede practicar los kumitachi con más libertad que en el interior del dojo. Asimismo, existe un entrenamiento nocturno en la naturaleza, tanto con luna llena como con luna nueva. Recordemos que el Bugeijuhappan (las ocho ramas del arte de la guerra) comprendía igualmente la natación, lo que permite concebir variaciones en cuanto al entrenamiento en el medio acuático…

Para finalizar, cabe añadir que la práctica varía en función de las estaciones. El cuerpo y el espíritu se fortalecen en lo más caliente del verano (sochu-geiko) y en lo más frío del invierno (kan-geiko).

Etsunen-geiko es el ejercicio que se practica durante el período que marca el cambio de año. Aprovechando los períodos de vacaciones, se convive en los gasshuku-geiko.